jueves, 5 de agosto de 2010

Playa, playita, mejor no

Con esa gente, mae, no, con esa gente yo no voy ni al parque, que lo invitaron a ir a la playa, mae, mejor diga que no. Que porque no, esperese y le cuento. Primero, ese mae rubén es un dolor, le agarra una habladera, y la familia es un dolor, que como es, pues algo así.
Un año entero. Me oíste, un año entero llevo planeando estas vacaciones, así que aunque estés enferma nos vamos para mal país, dijo Rubén con su tono inapelable de macho cabrío. Rita se quedó callada, hecha un mar de mocos sobre la cama, con una venda en los ojos hinchados por la conjuntivitis. Ya le había dicho No Rubén, mi amor, así no puedo salir, pero él que no, que era una desconsideración de su parte enfermarse justo cuando se iban de vacaciones a mal país. Y por más que Rita le lloró, a las cuatro de la mañana se vio jalando maletas para el carro,  regañando a los dos chiquillos porque no se apuraban, y ese frío, y esa congoja, y la nariz trancada y los ojos de rita pegados de lagañas, ya se lo decía su madre que aquél hombre era un cabrón. El viaje no fue mejor. El aire acondicionado malo, y la radio sin cd se le iba la señal en Cambronero, porque otra vez volvieron a cerrar la carretera de Caldera, que ha pasado más caída que abierta. Y esto que enoja a Rubén que es el mismo diablo. El día asoleado no le hacía la menor gracia a Rita que empezó a sudar su fiebre como una bendita, y qué estaré pagando, Rubén que me siento mal, pero Rubén ya le había pegado una vez, y Rita no se quería arriesgar a que otra vez le dieran sopa de muñeca, así que mijita, calladita más bonita. Por fin llegaron a las siete al puerto del ferry para Paquera, y el ferry? Ya se fue señor, salía a las siete, pero no ve güevón que son las siete en punto, son las siete y cincio señor, y el ferry que hace brrrrummmmm allá alo lejos, y Rubén que coma mierda, piensa Rita, pero no lo dice. Qué calor mami. Ya Maurencita cállese, que vamos a ver donde nos tomamos un fresco, pero no les trajiste fresco a estos guilas, Sí Rubén, pero está caliente, hay que comprar hielo, y para eso, mejor un juguito de naranja, no te parece, y él, qué renta con esta gente, pero no importa, vamos para comprarles un jugo, y no es cuento, que Rubén les compra un jugo, pero para los tres, Maurencita, Carlitos y Rita compartiendo el mismo tetrabrick adentro del hyundai a la espera del ferry de Paquera. Por fin, ya no se aguantan más los chiquillos, y la buena madre que rebusca entre los chunches el juguito de mora para los guilas, pero para esa hora, el jugo ya no es jugo, es chicha, y mami, esto sabe a guaro, no mi amor, es que así es el fresco, y el chiquillo con más sed que asco se lo toma. Y Rubén ves el ejemplo que le das a los chiquillos, dice Carlitos que el fresco le sabe a guaro. Vos sabrás, yo no les doy mal ejemplo, dice Rubén con una Imperial en la mano. A la larga, dieron las nueve, y que llega el ferry, ahora sí, todos para dentro. Qué calor, otra vez, poneles crema a los chiquillos que se van a quemar, y en diez minutos los chiquillos parecían camarones a la mantequilla. Pero mejor así que ardidos, y Rubén jugando de sabroso tomando whisky en el bar del ferry. Y al rato sube a cubierta, con los cachetes rojos y pla!, nalgadita para Rita, la más bonita de barrio, ves mi amor que todo iba a salir bien, y Rita con sus anteojos plásticos para sol de a dos mil pesos en el semáforo de la Pozuelo año y medio atrás, con los ojos llenos hechos un par de hígados, pero mihijta, calladita más bonita.
Mami, vea a Carlos, me está molestando, ya Carlitos dje a su hermana quedita, y Rubén que defiende a su retoño, dejalos mujer no ves que están jugando, y ese aliento de Rubén listo para reventar cualquier alcolímetro, y no son las diez, y luego el caos al llegar a Paquera, porque la salida de los carros del ferry es un dolor de cabeza, pero salen y que empiezan a volar rueda por las callejas de polvo hasta mal país. Y llegaron.
Mal país los recibió con los brazos abiertos, una docena de gringos tostados de sol y mariguana, y Carlitos, no vea a esas viejas cochinas, y las francesas en toples enseñando unas tetas chiquitillas como chapas de cocacola, y Carlitos, papi porqué andan sin ropa, y rubén haciéndose el que no ve pero con los ojos torcidos de tanto ver, no es nada mi amor es que tienen calor, y carlitos, y mi mamá no tiene calor, ah guevón es que esas son unas viejas cochinas, pero usted todavía no las vea, y Carlitos que se caga de la risa y papito, usted si que las ve, y Maurencita tirada en la arena más roja que camiseta de la liga, y Rita tratando de prender un fuego para asar el salchichón, y maldita la hora, son las 2 de la tarde, y se parte del hambre, pero así es la vida, y Rubén que empieza a hablar con un canadiense que alquila tablas de surf, Mi amor, venga coma, pero Rubén no oye razones, él tiene un año de estar planeando estas vacaciones y quiere surfear, si mi amor, pero mejor te esperás a que se te baje un poquito, no te parece, a que vieja más metida usted no sabe de esto, no ve que yo sé nada como los beiwach y ella, sí mi amor, pero mejor comamos, y los chiquillos, papi sí mejor comamos, y Carlitos, papi, en la escuela me dijeron que si uno ha comido no se puede meter al mar, pero yo no he comido mi amor, no se preocupe, no le haga caso a su mamá, y Maurencita que le dice pero papito usted no está tomado, tomado yo? Chiquilla malcriada, ayúdele a su mama, por eso nunca va a encontrar novio y se va a quedar solterona como tía Adriana, y Maurencita que ya tiene once años siente que la vida se le cayó encima y empieza a llorar, ay mi amor qué me le pasa, que papi no me quiere y dice que soy fea, y Rubén oh familia más anormal, puta, yo que me parto por ustedes, y le entra la tristeza del borracho y que se va y agarra una tabla del canadiense y se tira al mar, y el canadiense detrás de Rubén Hey man, stop, stop please, you cant swim now, y Ruben que le grita mientras chapotea como idiota sanababcih, suélteme, y Rita que se enoja y agarra los chunches y bota la parrilla y se quema con el carbón y ya  ahora sí que no aguanta más, y mejor nos vamos, aunque sea en bus, y Ruben quesale del agua cob la pantaloneta con las rodillas, ahí me di cuenta de que la tiene chiquitilla, tan rajón que es, y que sale y se da con la tabla por la nariz, y la nariz que le sangra y deja la tabla tirada y todo es un mierdero, la mujer llorando los chuiquillos llorando y yo chuparme la manejada de regreso para agarrar el ferry de las seis porque se echó a perder el viaje y por eso y muchas cosas más que no cuento, yo que usted mejor no voy a la playa con esa gente. Ahora sí, me entiende?

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